ETAPAS DEL PORFIRIATO

PRIMERA ETAPA ASENSO Y CONSOLIDACION DEL PODER

 Acenso y consolidación del poder.
Manuel González es declarado presidente el 1 de diciembre de 1880, sede el cargo de secretario de Fomento a Díaz, esto fue la causa de la  sospecha entre los pobladores de que Díaz pretendía sucederlo lo cual provoco que renunciara, y aceptara la gubernatura de Oaxaca. En 1884 el panorama político no ofrecía perspectivas satisfactorias hacia la sucesión presidencial ya que no había candidatos viables, más que Porfirio Díaz, quien siendo el único candidato, obviamente ganaría.








Porfirio Díaz puso en práctica la “política de conciliación” esta consistía en dar cargos ministeriales a miembros sobresalientes y tenía como fin de comprometer a sus adversarios a colaborar con él y así consolidar su poder, avanzo en torno a la centralización de la política nacional, y asi manipulo las elecciones de senadores y diputados hasta solo tener acceso a las cámaras sus condicionantes, así la cámara perdió su independencia y solo existió para dar legalidad y democracia. Lo mismo pasó con el sistema federal y el poder judicial.

En febrero de 1886 se hizo oficial el reconocimiento de la deuda inglesa, con el objetivo de conseguir un préstamo, para hacer contrapeso a la creciente influencia de Estados Unidos sobre la economía en México.

El gran cambio de la economía y el buen funcionamiento de la política opaco las voces en oposición a la autorización de la reelección (1888) por parte del congreso.
Esta elección lo llevo al poder por mayoría, aunque también fue candidato único.

Porfirio Díaz logro el mandato por lograr el crédito externo, la cohesión del país, confianza en opinión pública y complacencia a la prensa. La oposición política quedo reducida a la derecha reaccionaria y la izquierda del liberalismo dogmático, el congreso seguía lleno de incondicionales de Díaz, el país seguía conservando la forma republicana y democrática de gobierno.

Con el mantenimiento del orden y el progreso del país, la reelección de Diaz se justifiico.
La crisis de 1891 fue causada por la pérdida de cosechas ocasionada por las sequias anudada a la depreciación de la plata lo cual causo la devaluación del peso mexicano, al mismo tiempo los indígenas yaquis se rebelaron contra el régimen, debido a el abuso a el que eran sometidos.

 Al llegar las elecciones de 1892, la oposición recobro su fuerza y se lanzo con la posibilidad de reelegirse nuevamente.

En diciembre de 1892, Díaz inicia ya su 4° mandato presidencial. Este nuevo periodo comienza con una fuerte crisis económica, que afectaba tanto a la sociedad como al ámbito político. La pérdida de cosechas no solo afectaba a la producción si no también a la población campesina y a la gente pobre de la ciudad sumiéndola en la miseria y el hambre.

Matías Romero, secretario de hacienda, trato de solucionar la crisis con la subvención de los ferrocarriles y cualquier otra obra o empresa y conseguir un préstamo en Europa en condiciones favorables, estas medidas fracasaron esto le provoco duras criticas de la oposición lo que provoco su renuncia.
José Ives Limantour quedo en su lugar, las medidas que el tomo fueron radicales, al finalizar 1896, había nivelado el presupuesto. En 1896 queda vencida la crisis y se gana la confianza del presidente y de la banca extranjera.

A partir de 1896, fue notable la influencia de José Ives Limantour en la política, aunque quedo descartado como candidato presidencial por ser de padre francés dando la excusa perfecta a Díaz para reelegirse en el periodo de 1900-1904. Iniciando este periodo Díaz continúo con el apoyo de Limantour.




SEGUNDA ETAPA CRECIMIENTO 
ECONÓMICO

Este periodo se distingue por el notable crecimiento económico.
Durante el porfiriato se produjo un notable crecimiento económico, una considerable expansión en vías de comunicación y de los centros urbanos, y una imagen de solides hacia otros países que el país no había logrado tener hasta entonces.

El telégrafo contribuyó al desarrollo de las comunicaciones; en 1873 se concluyo el ferrocarril que unía la capital con el puerto de Veracruz.
Las líneas ferroviarias se extendieron por todo el país. Con la llegada del tren, el norte de México se volvió una región dinámica. Los caminos de hierro comunicaron el centro y el sur del país con poblaciones fronterizas como Ciudad Juárez y Laredo, desde conde se podía viajar a Denver, Nueva York y Chicago.

En 1876 había 680 kilómetros de vías construidas. El ferrocarril impulsó el crecimiento con Estados Unidos, la inversión extranjera y el traslado de productos como plata, henequén, tabaco, cacao, azúcar, vainilla, etc.
En el campo se introdujeron mejores abonos, herramientas y nuevos cultivos para aumentar la producción.

Para impulsar el crecimiento de la agricultura el gobierno aplico las leyes de desamortización para que la propiedad comunal no productiva pasara a manos de particulares. Debido a esa ley muchos campesinos indígenas perdieron sus tierras.

Aunque con retraso a otros países, la industria se mecanizo y modernizó. Fabrica de telas, cerveza, vidrio, cemento, hierro y acero aparecieron en todo el país.
La minería obtuvo un aumento en la producción de metales y sustancias minerales para uso industrial (amonio, cobre, hierro y zinc) y de combustibles (carbón, grafito, petróleo).

En 1881 se fundó el Banco Nacional Mexicano la cual llego a ser la institución bancaria del gobierno. El peso mexicano se deprecio rápidamente; en 1870, el peso y el dólar podían intercambiarse a la par.

El comercio exterior mexicano fue integrándose en mayor proporción a la estadounidense, gracias a la red ferroviaria; con ello se fue desplazando a Francia e Inglaterra, al grado que sus transacciones se redujeron a la mitad. El mercado nacional se amplió considerablemente.

También las ciudades crecieron y experimentaron grandes cambios. Se vio a la ciudad como el escenario ideal para mostrar los logros del gobierno.

El desarrollo industrial fue grande en comparación con el de otros países de América Latina y Asia. Sin embargo, la falta de fuentes de financiamiento y los privilegios que el gobierno dio a sus allegados limitaron las oportunidades.